enderezados

Hace algún tiempo requerí de un tratamiento de ortodoncia, mis dientes andaban un tanto torcidos por lo que tuvieron que ser sujetados con fuerza con soportes de metal para lograr tener la posición correcta, fue molesto y me dolió un poco pero yo quería verlos mejor así que hice el esfuerzo.

Cuando me sacaron los «brackets» mis dientes se veían diferentes, estaban en perfecta armonía y se lucían mejor, pero aun debía usar un corrector mas para que no volvieran a torcerse, resulta que los dientes tienen memoria y si no los sujetaba por un tiempo mas podían volver a ser los mismo.

Al recordar esta experiencia no pude evitar encontrar cierta semejanza entre los dientes y nosotros mismos. ¿Cuantas veces hemos pasado situaciones incomodas pero necesarias para cambiar?. Cuantas areas de nuestras vidas andan torcidas y necesitan de un buen ajuste para mejorar. 

A veces mejoramos por un tiempo pero luego la necedad nos gana y volvemos a los viejos hábitos o costumbres de siempre. Sirve la reflexión para meditar en que todos necesitamos de “las correcciones y los consejos del Señor» (Proverbios 6:23). Corregir es hacer que un defecto o una imperfección disminuya o que eventualmente desaparezca. Las correcciones generalmente son molestas como lo brackets! pero son necesarias. 

“Dense cuenta de que el Señor su Dios los ha corregido del mismo modo que un padre corrige a su hijo (Éxodo 8:5)”, dense cuenta dice el verso, algo esta siendo corregido. El Señor anhela que seamos mejores cada dia. Orgullo, necedad, falta de perdón, malos hábitos, hay mil cosas que seguramente necesitamos enderezar.

Lamentablemente, cuando hemos estado mucho tiempo con los «dientes torcidos» llegamos incluso a acostumbrarnos a ello; depende de nosotros querer regenerarlos y pedir ayuda al médico de médicos.

Las correcciones enderezan, vale la pena seguir los tratamientos del Señor 🙂 

Lindo día,

Pame Alcázar