robos y engaños

Acongojada me levanté después de haber sido víctima de un engaño cibernético que perjudicó a personas a las que quiero mucho.
Me sentía muy mal por lo sucedido. Tenía además la terrible sensación que deja el engaño. Usaron mi nombre, robaron mi identidad, para hacer cosas malas.
Anoche le pedí a Dios en oración que fortaleciera mi corazón y que nos ayudará a reparar el daño con las víctimas de los estafadores.
Y al amanecer Jesús me hablo a través de la palabra:
«Entonces el ángel me explicó: Este libro representa la maldición que pronto caerá sobre toda la tierra. En un lado está escrita la maldición que caerá sobre los ladrones. En el otro lado está la maldición que caerá sobre los mentirosos, esos que usan mi nombre para hacer falsos juramentos. El libro entrará en la casa de los ladrones y de los mentirosos, y allí se quedará hasta destruirlos por completo. El Dios todopoderoso jura que así será.» (Zacarías 5:3-4/tla)
El verso bíblico habla de ladrones y mentirosos que usan el nombre de Dios para hacer falsos juramentos.
Percibí la indignación del corazón de Dios Padre, me sentí entendida y protegida.
Este tipo de hechos han pasado desde tiempos ancestrales y no se detienen.
La palabra de Dios es viva. Esta llena del Espiritu Santo.
Podemos confiar que Todo obrará para bien. Dios es Padre bueno y protector.
Estemos atentos a cualquier engaño. Que la experiencia sirva de advertencia para muchos.
Buen día,
Pame Alcázar