RECHAZANDO UNA BENDICIÓN

Un rey llamado Asuero hizo un banquete especial y cuando todos sus invitados estuvieron presentes mandó a llamar a su esposa para adornar la cena real. Pero Vasti su reina desprecio la invitación delante de todos y se negó a asistir. (Ester 1)
Una situación similar sucedió en la “Parábola del Banquete”
Cierto hombre preparó un gran banquete e invitó a muchas personas…. “Vengan, porque ya todo está listo”. Pero todos comenzaron a excusarse debido a sus múltiples ocupaciones. (Lucas 14:16).
La mesa servida no siempre es bien recibida pero El rey Jesús no insistió, el rey Asuero tampoco.
Asuero emitió un decreto para que Vasti nunca vuelva a presentarse ante El, al parecer ella estaba acostumbrada a tenerlo todo y ya ni respetaba a su rey. Se sabe que Asuero la reemplazó por Ester una hermosa huérfana de corazón humilde.
Por su lado, Jesús pidió que trajeran a los pobres, inválidos, cojos y ciegos, en reemplazo de los primeros invitados, éstas personas con necesidades y limitaciones respondieron al llamado con corazón dispuesto.
A veces el corazón humano es muy insensato, pareciera que nos gusta lo difícil, y solo en el dolor nos acercamos a Jesús. Quizás tenemos que pasar por dificultades para aprender a valorar.
Son muy pocas las personas que aún sin tener hambre (una necesidad en particular) aprecian un banquete servido.
Valoremos el llamado de Dios.
#reflexiones
Pame Alcázar