La vida emocional, un reto de Fe.
Una tragedia había golpeado su vida.
La emoción fue tan fuerte que no podía sacarla de su mente.
Con el tiempo, aunque ya no había ninguna amenaza, su mente seguía buscando evidencia para asegurarse de que realmente no estaba.
Más al hacerlo revivía la emoción que la atrapó, traía al presente un dolor que alguna vez existió.
Su vida emocional tenía un reto de FE y con las fuerzas del Señor estaba dispuesta a vencer.
La Fe no necesita evidencia, solo confianza. «Porque por fe andamos, no por vista» (2 Corintios 5:7)
Así que en vez de comprobar si el miedo seguía vigente decidió actuar dominando su mente.
Cuando sus pensamientos querían «comprobar», ella les respondía y les decía «no necesito verificar»
«Esta resuelto ya, mi paz no depende de revisarlo sino de mi confianza en el que dijo: Consumado está» (Juan 19:30)
#historias
Pame Alcázar