Caminaba pensando en que se pondría.

Preocupada por lucir bien, pensaba en el modelo de algunas chicas que se veían muy bien.

Cruzó la pista para llegar a su destino pero un mensaje la entretuvo en el camino.

Y es que unas letras grandes sobre salían sobre un muro antiguo.

«La hermosura de la santidad» decía, y ella no pudo dejar de meditar en aquello que ya suponía.

La santidad emana una belleza sin igual, y es algo que se ve poco en estos tiempos.

La santidad habla de belleza y pureza interior que se refleja en el exterior.

«Adorad a Jehová en la hermosura de su santidad» (Salmos 96:9)

La santidad es un atributo de Dios, que se refleja en aquellos que buscan agradar a su Señor.

#mujeresdeDios

#reflexiones

Pame Alcázar