«Fieles son las heridas del que ama;  pero engañoso los besos del enemigo» 

(Proverbios 27:6)

Quien realmente te ama te va a decir con las palabras adecuadas y el espíritu correcto cuando vas caminando por vías erróneas y aunque sus palabras duelan, lastimen o incluso produzcan una herida en tu corazón, créeme esa herida puede impedir tu muerte. Eso es amor verdadero, amistad genuina, fidelidad y lealtad. 

En cambio quien te da una palmada y no busca hacerte ver lo errado de tu andar y por el contrario te apoya esta permitiendo que tengas una herida que te puede consumir poco a poco, y eso no es amor.  

Recuerda amar no es darle al otro lo que más quiere o lo que más lo alegre, amar es dar lo que el otro necesita para crecer, madurar y avanzar.

#reflexiones

Por Aleza Serrano