¿A QUIÉN SUBES A TU BARCO?
Un hombre decidió huir de la voluntad de Dios y se subió a un barco que nunca debió abordar, por ello calamidades empezar a pasar.
«Los marineros se decían unos a otros: —Echemos suertes para averiguar quién es el responsable de la calamidad que estamos sufriendo. Así lo hicieron y la suerte señaló que Jonás era el culpable. Como la tormenta era cada vez más fuerte, le preguntaron a Jonás: —¿Qué debemos hacer contigo para calmar el mar?: «Agárrenme y échenme al mar, y la tormenta se calmará. Yo sé que esta terrible tormenta cayó sobre ustedes por culpa mía». (Jonas 1:7-11/pdt)
Nuestras decisiones alteran nuestro entorno.
Hay que pensar antes de actuar, para no afectar a los demás.
Y siempre hay que pensar bien ¿a quien subimos a nuestro barco?,
¿Quiénes pueden ingresar a nuestro entorno más cercano?
#reflexiones
Pame Alcázar