el valor del arrepentimiento
«Habrá más alegría por un solo pecador que se arrepienta que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentirse.» (Lucas 15:7)
Cuanta satisfacción viene a un corazón cuando alguien reconoce un error. Se puede olvidar la afrenta más rápidamente y hasta llegas a estimar mucho más a quien recapacitó y enmendó su error.
El problema no es fallar, el problema es no ser capaz de reconocerlo.
«Arrepiéntanse porque el reino de Dios se ha acercado» solía decir Juan el bautista. Si el reino de Dios ha llegado a tu vida entenderás la importancia del arrepentimiento, si no ha llegado a ti es porque aun no entiendes quien eres y cuanto necesitas de Jesús en tu corazón.
Dios no busca gente que se crea perfecta o «justos que crean que no necesitan arrepentirse», Dios busca corazones que reconozcan su vulnerabilidad humana y que con humildad pidan redención. De la misma cualquier hombre sensato no busca juzgar o maltratar a quien fallo pero si espera el reconocimiento de un error.
«Teníamos que hacer fiesta y alegrarnos, porque este hermano tuyo estaba muerto (fallo terriblemente), pero ahora ha vuelto a la vida; se había perdido, pero ya lo hemos encontrado» (v. 32)
Somos humanos y siempre fallaremos pero el arrepentimiento tiene un valor incalculable frente a los ojos de Dios y frente a los hombres.
Hay más alegría para todos cuando una persona reconoce un error.
#reflexiones
Pame Alcázar