EL PODER DE UN MAL PENSAMIENTO

Todos los días un mal pensamiento puede tocar nuestra puerta…
Algunos pueden generar incredulidad, angustia o temor.
Otros pueden traer malos recuerdos que nos entristecen.
Lo cierto es que el único poder que tiene un pensamiento radica en nuestra ATENCIÓN.
Los malos pensamientos pueden ser muy razonables, y eso nos hace escucharles.
Sin embargo, debemos tomar en cuenta que con Dios cualquier situación tiene solución.
Así que hay que llevar todo mal pensamiento cautivo, sin darle ATENCIÓN a lo negativo.
#fe
#fortaleza
#firmeza
Pame Alcázar