EL PERDON DE DIOS

«Yo le dije a Dios en mi oración: “Dios mío, tú eres grande y poderoso. Tú siempre cumples lo que prometes, y muestras tu amor a quienes te aman y te obedecen. Por eso, tengo que reconocer que hemos pecado. Nos hemos portado muy mal contigo; hemos vivido como si tú no existieras, y te hemos desobedecido. (Daniel 9:5/tla)

El arrepentimiento genuino suele tomar lugar cuando te sientes amada pese a tus errores. Daniel le dijo a Dios  «tu siempre muestras tu amor…por eso tengo que reconocer que he pecado». El amor lo cambia todo. Amemos como Dios ama. 

Cuando la mujer adultera descrita en Juan 8 fue llevada a los pies de Jesús para que fuera apedreada, el Salvador no la condenó, por el contrario la levantó, la protegió. Ninguno de sus acusadores estaba libre de pecado por tanto nadie pudo tirarle una sola piedra. 

Cuan amada debe haberse sentido! No creo que le hayan quedado ganas de volver a fallar.

Algunas pinturas retratan a esta mujer mirando al Salvador con vergüenza y esquivamente. Usando esta referencia vale decir que sentir vergüenza no siempre es malo ya que es una muestra de arrepentimiento genuino, el arrepentimiento trae cambios y restaura relaciones.

El perdón une, el perdón sana, el perdón fortalece relaciones.

Hoy más que nunca necesitamos entender como Dios nos perdona, necesitamos  acercarnos a El con corazón confiado sabiendo que en Cristo cada día tenemos una nueva oportunidad.

Recibe el perdón de Dios, perdona a otros, perdónate a ti misma.

Lindo miercoles,

Pame Alcázar