DEBILIDAD QUE EMPIEZO A ABRAZAR

Conocí una niña con una malformación, ella sufría por las miradas incómodas a su alrededor.
Más con el tiempo, y con mucha personalidad, logró aceptar su debilidad.
Existe una cultura que idolatra la perfección, y esa obsesión hace que haya más intolerancia frente a cualquier debilidad.
Nos incomoda lo que no podemos corregir o controlar.
El apóstol Pablo también experimentó esa tensión, hasta que decidió ABRAZAR y ACEPTAR su debilidad siendo totalmente consciente que «cuando era débil, Cristo se hacía fuerte en él» (2 Corintios 12).
Él descubrió una fuente de FORTALEZA en la Gracia de Dios sobre su humanidad.
Las debilidades pueden tomar muchas formas: físicas, emocionales, sociales o incluso financieras.
Cualquier tipo de situación que parezca imposible de resolver puede hacernos sentir débiles.
Aprender a vivir pese a las limitaciones no solo es sabio, sino que es un camino hacia la Libertad de ser humanos y hacia una dependencia más profunda en Cristo.
#reflexiones
Pame Alcázar