aun de noche a mi corazon enseñas

En cierta ocasión Margarita tuvo un sueño inquientante…

Ella vió a dos mujeres caminando juntas por un jardín, una de ellas trataba a su hijo con mucha disciplina y la otra con cierta dureza. Margarita escuchó de lejos que les pedían ir a la iglesia pero los chicos se veían fastidiados. Las mujeres no paraban de hablar, ellas trataban de ser entendidas predicándoles la palabra de Dios.

…Entonces alguien se acercó y les dijo: «AMENLOS» cuando ellos se sientan amados y aceptados querrán estar en el lugar en donde ustedes estén.

Salmos 16:7 «Bendeciré al Señor, porque él me guía, y en lo íntimo de mi ser me corrige por las noches».

Después de aquel sueño, Margarita entendió que bajo cualquier circunstancia de la vida y en cualquier relación, ella debía considerar que las personas no tienen que hacer las cosas a su manera o en sus tiempos.

A veces queremos ser entendidos e inconscientemente nos imponemos.

«el amor es benigno, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor» (1 Corintios 13)

Necesitamos aprender a amar como Dios ama. La imposición mata el amor.

Dios siempre tiene el control.

Lindo viernes,

Pame Alcázar