autosuficiencia se basta de sí misma

Como cristianos debemos resistirnos a la tentación de pensar que la victoria depende de seguir estrictamente una «serie de pasos» para lograr el éxito.  

Se alista al caballo para el día de la batalla, pero la victoria depende del Señor (Proverbios 21:31)

No tenemos el control total de nuestras vidas, la victoria no depende únicamente de nuestro propio esfuerzo. Necesitamos de otros, necesitamos de Dios.

Un corazón autosuficiente se basta de sí mismo, de sus propias “estrategias” y si al final no obtiene los resultados esperados termina angustiado y decepcionado.

La autosuficiencia nos lleva a no tener descanso en el corazón. Mejor trabajar al máximo y depender de Dios, estando seguros que “si pedimos conforme a su voluntad, Él nos oye. (1 Juan 5:14)” 

Corazón seguro en Dios.

Semana del cuidado del corazón.

Pamela Alcazar