aprendiendo a valorar
A veces hay que perder algo para aprender a valorarlo.
«¡Jerusalén, Jerusalén tu que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como reúne la gallina a sus pollitos debajo de sus alas, pero no quisiste! Pues bien, la casa de ustedes va a quedar abandonada. Y les advierto que ya no volverán a verme hasta que digan: “¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!» (Mateo 22:37-38)
Dicen que si reconoces que no se te valora como corresponde entonces es mejor tomar distancia, Jesús lo dijo más enfáticamente «tu casa quedará abandonada»….me alejaré y me verás solo que hasta que digas «bendito eres» valioso en gran manera.
Jesús conocía su valor a pesar de haber sido siempre misericordioso cuando en un lugar no era recibido como se debía «el sacudía el polvo de sus pies y seguía su camino» (Mateo 10:14)
Lo peor que nos puede suceder es perder la Presencia de alguien importante.
El Señor nos enseña a valorar ❤️ porque «Cuando disciplinas a alguien luego tienes numerosas satisfacciones» (Proverbios 19:17) pero «si conscientes demasiado al final terminas lamentándolo» (Proverbios 29:21)
Muchas veces reflexionamos y cambiamos con el tiempo.
Aprendiendo siempre del carácter de Jesús
#reflexiones
Pame Alcázar