aprendiendo a fluir

Aprender a “fluir en la vida” es una frase que se usa comúnmente como una analogía que compara la vida con un río que fluye «sin intencionalidad, sin apresurarse, sin tampoco detenerse». 

Muchos creyentes necesitamos aprender a fluir mejor, vivir de forma más espontánea y confiada entendiendo siempre que somos «guiados por El Espíritu Santo»

Al respecto, el apóstol Pablo nos deja un ejemplo muy interesante desde su experiencia personal.

“…No fui a ustedes como un sabelotodo, ni usé palabras elegantes. Solo dejé que el Espíritu de Dios mostrará su poder y los convenciera” (1 Corintios 2:4/tla); él confiaba en la obra del Espíritu Santo, él fluía libremente, entendía muy bien que no tenía el control de nada, ni de nadie.

El tratar de tener el «control de todo» es una actitud muy humana que nos roba la paz, aprendamos a fluir mejor en la vida poniendo siempre nuestra confianza en El Señor.

Pame Alcázar