no se deja llevar por lo que piensan los demás

Jesús «era un hombre honesto, que no se dejaba llevar por lo que pensaban los demás» (Marcos 12:14/pdt).
El Salvador conocía por revelación el propósito en el que caminaba, Él no hacía caso de lo que otros pensaban.
Cuando nos importa mucho lo que las personas dicen, nos estancamos emocionalmente. Entregamos el control de nuestras vidas a los demás.
Dios no quiere que dependamos de la aprobación de la gente. Por el contrario, quiere que busquemos agradarlo solo a Él.
Las personas siempre hablarán, y muchas veces sus comentarios estarán muy alejados de la realidad.
Por eso, practica libertad, no tienes nada que explicar.
#reflexiones
Pame Alcázar