cuando una emoción te atrapa

Cuando hemos sentido una emoción muy fuerte o dolorosa, podemos llegar a pensar que al vivir una situación similar ésta se volverá a asomar.

La mente de predispone.

Necesitamos recordar que cada día trae consigo nuevas experiencias, cada día tiene su propio afán, cada día traerá una emoción diferente.

«El gran amor del Señor nunca se acaba, y su compasión jamás se agota. Cada mañana se renuevan sus bondades;¡muy grande es su fidelidad!» (Lamentaciones 3:22-23/nvi)

No te permitas creer que pasarás por lo mismo otra vez.

Sientas lo que sientas decide creer que todo obra para bien.

La Fe no es una emoción, la Fe es convicción.

#reflexiones

Pame Alcázar