CUANDO DIOS CAMBIÓ MI CORAZÓN

Tenía muchos años con rencor acumulado, recordaba constantemente el mal trato recibido. Cada momento vivido visitaba mi mente esporádicamente.
Pese a mi condición siempre intenté estar cerca de Dios.
Un día de la nada, empecé a recordar mis propias faltas.
«Lo canales de riego controla el curso del agua, así el Señor controla la mente (del rey), pues sigue el curso que Dios quiere» (Proverbios 21:1/pdt)
Un pensamiento de Dios de pronto llegó y borró en un segundo todo el resentimiento y el rencor. Al tener convicción de mis propios pecados se me hizo más fácil perdonar a los demás.
La amargura contenida alteraba mis emociones, gracias al Señor entendí con convicción lo que era la Gracia y el perdón y me sentí mucho mejor.
Creo que ningún psicólogo podría haberme guiado tan rápido a encontrar el nudo en mi interior. Para mi, en un solo instante Dios limpio mi corazón, un verdadero milagro de conversión.
Historia adaptada. Testimonio recibido.
Cuando estamos cerca de Dios, su Espíritu Santo nos ayuda a solucionar los enredos de nuestra mente y corazón.
Pame Alcázar