la templanza de una mujer especial

Una reina llamada Ester tenía que tratar un tema muy importante con su rey y aunque tenía toda la atención del soberano, ella no se precipitó sino que actuó con templanza y mucha sabiduría.
«Cuando estaban brindando, el rey volvió a preguntarle a Ester: —Dime qué deseas, y te lo concederé. ¿Cuál es tu petición? ¡Aun cuando fuera la mitad del reino, te lo concedería! Ester respondió: —Mi deseo y petición es que, si me he ganado el favor de Su Majestad, y si le agrada cumplir mi deseo y conceder mi petición, venga mañana con Amán al banquete que les voy a ofrecer, y entonces le daré la respuesta.» (Ester 5:6-8)
Ester hizo esperar al rey dándole así tiempo para que él meditará y la valorara, en tanto había mucha oración detrás de cada acción ya que había un propósito grande detrás de todo lo que se estaba viviendo.
Dios guió los pasos de Ester dándole la templanza, la paz y la sabiduría que solo El puede.
Ester creo entonces un entorno especial y espero el mejor momento para hablar, y su rey no solo la apoyó sino que también la exaltó.
«Estima a la sabiduría, y ella te exaltará; abrázala, y ella te honrará»
(Proverbios 4:8/nvi)
#mujeresdeDios
Pame Alcázar