CUIDADO CON TU ADORACIÓN

«Todos los servidores de palacio asignados a la puerta del rey se arrodillaban ante Amán, y le rendían homenaje porque así lo había ordenado el rey. Pero Mardoqueo no se arrodillaba ante él ni le rendía homenaje.» (Ester 3:1-2)

Arrodillarse refiere a tener pleitesía es un acto de sometimiento y veneración, es ponerse a los pies de alguien.

Hay personas en posiciones privilegiadas que muchos pueden adorar, hay personas que quizás necesitamos, pero nosotros no buscamos favor del hombre nuestra bendición viene de Dios, quien nos pone por cabeza y no por cola, siempre por encima y nunca debajo (Deuteronomio 28:13).

«¡Cuán imponente es el SEÑOR Altísimo, el gran rey de toda la tierra! Sometió a nuestro dominio las naciones; puso a los pueblos bajo nuestros pies.»

(Salmos 47:2-3)

Mis rodillas le pertenecen solo al Señor.

Honor y honra.

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Pame Alcázar