Cuando se presenta un error en el navegador de internet suelen figurar dos opciones: «esperar» o «salir de la página». A veces hay que esperar un poquito y la página se restaura pero cuando la impaciencia nos gana podemos actuar impulsivamente y cerrar la página sin opción a nada más.

La paciencia genera fortaleza de carácter.

«Ser paciente es muestra de mucha inteligencia…» (Proverbios 14:29)

Me ha pasado que al ver mucho trafico en las avenidas que estaban en mi ruta optaba por buscar calles aledañas como alternativas para evitar la molestia de la espera pero al final terminaba enredándome más, lo peor es que muchas veces me daba cuenta que las rutas que evité llegaron a despejarse más rápido de lo que yo había pensado.

Hay que aprender a esperar.

Bien dijo el filósofo Jean-Jacques Rousseau que «la paciencia puede ser amarga…pero su fruto es dulce» 🙂

#reflexiones

Lindo día,

Pame Alcázar