una fe razonable

Cuando algún suceso no puede ser comprendido con nuestro propio razonamiento es un buen momento para admitir que nuestro “sistema lógico” es insuficiente para entenderlo todo. La “racionalización” como explica Freud y otros psicoanalistas, es una patología de la razón que consiste en querer encerrar la realidad dentro de un sistema “coherente” y todo aquello que contradice este sistema es puesto al margen o tratado como ilusión. Los filósofos del siglo XVIII elaboraron en nombre de la razón, una idea poco racional de la Fe; ellos sostenían que los “dioses” y la “religión” eran un invento de los clérigos para burlar a la gente, no entendían la importancia de la Fe para el ser humano, habían caído en una racionalización frente a lo que no cabía en su sistema.
John Carson Lennox es un matemático especializado en teoría de grupos, filósofo de la ciencia y apologista cristiano, es uno de los más prestigiosos científicos creyentes del mundo, autor de decenas de libros sobre la relación entre Dios y la ciencia, recientemente dio una entrevista en donde destacó que la Fe que involucra la confianza en Dios no deja de tener evidencia de donde se apoya dicha confianza. La especialidad del profesor Carson lo ha llevado a protagonizar celebrados debates sobre la existencia de Dios con ateos memorables, él nos dice: “Yo solo quiero que la gente tenga la información y pueda hacerse su propia opinión, no quiero forzarlos. Lo más preciado de usted y yo es que tenemos mentes que nos permiten tomar decisiones sobre la base de evidencias”.
La Fe y la Razón no tienen por qué estar desvinculadas, no deberían. Ha pensado alguna vez, ¿Porqué cree en Dios? Considero que muchos creyentes recibieron evidencia de su Fe, tal vez al recibir una ayuda inesperada en un situación muy complicada, una oración contestada, quizás la sanidad de una enfermedad, o la sencilla respuesta a nuestros pensamientos o interrogantes a la luz de la palabra de Dios, por lo que fuera algo nos hizo creer. Nuestro Señor Jesús caminó por la tierra predicando el evangelio y dejando evidencias reales del poder de Dios a través de los milagros que hacía.
Deberíamos vivir nuestro día a día utilizando al máximo la capacidad de nuestra mente para solucionar y responder a lo cotidiano, manteniendo el corazón lleno de Fe y conectado a Dios. Tomando en cuenta que lo que “es imposible para los hombre es posible para Dios” (Lucas 18:27).
Pamela Alcázar