el poder del acuerdo

«Nadie busque el bien sólo para sí mismo, sino para todos. Tengan la misma manera de pensar que tuvo Jesucristo: Aunque Cristo siempre fue igual a Dios, no insistió en esa igualdad.» Filipenses 2:4-6
Diariamente interactuamos con personas de características y vivencias diferentes, siempre hay pluralidad en las relaciones, y debemos destacar las diferencias como algo positivo. “Nadie busque el bien sólo para sí mismo” no deberíamos buscar que las personas actúen o piensen como nosotros queremos, generalmente este tipo de actitudes genera pugnas y divisiones. En cualquier caso, es imposible ver el panorama completo de las cosas, cada persona se ubica desde su propia perspectiva y aporta desde sus vivencias personales; de todos tenemos mucho que aprender.
Cuando nos cerramos en un pensamiento, ideología o forma de ver la vida, podemos volvernos personas poco flexibles, será fácil persistir en errores y mantenernos en la terquedad de no cambiar o mejorar, generalmente cuando otras personas perciben este tipo de actitudes se alejan. Por eso aun cuando creas tener la razón sobre alguna posición, no deberías «insistir» en que todos reaccionen como tú lo harías.
“Les pido que vivan en armonía y que se amen unos a otros. Así me harán muy feliz. Pónganse de acuerdo en lo que piensan, deseen las mismas cosas y no hagan nada por orgullo o sólo por pelear. Al contrario, hagan todo con humildad, y vean a los demás como mejores a ustedes mismos” Filipenses 2:2-3
Pamela Alcázar